jueves, 5 de diciembre de 2013

De esa clase de personas.

Ella era de esa clase de personas a las que siempre veías sonriendo. Si mirabas su sonrisa, parecía feliz, en cambio, en sus ojos podías apreciar la tristeza de alguien que ha perdido hasta la esperanza. Vivía en un constante diciembre, frío y solitario, esperando unas navidades que nunca llegan. Era de esa clase de personas con la que la gente pasa un rato pero no se queda, no permanece nadie a su lado, camina sola. Se pasó su vida buscando un calor que nunca llegó, un hogar que nunca tuvo y un corazón que no mostrase cicatrices. Era una chica como otra cualquiera, pero estaba rota, desordenada, perdida, sin rumbo. Había llegado al final y no sabía el camino de vuelta a casa así que se quedó allí, vacía, sin hogar, sin nadie, sin nada.

martes, 19 de noviembre de 2013

Fin.

Te quise abrazar tan fuerte que por un momento me creí que todo era mentira. Inspiré profundamente para quedarme con tu olor, no olvidaré jamás los millones de recuerdos que aún huelen a ti. Tardaste en soltarme, y cuando dejaste de abrazarme me agarraste la mano, me miraste como quién mira su casa, su hogar, ardiendo, destruido. Ya no podrás refugiarte en mi las tardes frías de invierno, ya no volverás a verme dormir apoyada en tu pecho, ya no me pasearé por tu casa con tu camisa de cuadros roja, no volverá a sonar el eco de mi risa en tus oídos, no podrás hacerme enfadar y luego besarme ni tan si quiera podrás saber a que sabrá mi piel. Pero, ya verás como me olvidas y otra ocupará mi lugar, será ella tu nuevo hogar, tus inviernos no serán fríos y tus camisas seguirán oliendo a mujer. Y en ese momento, cuando ya no me recuerdes, alguien pasará por tu lado con mi colonia y entonces te darás cuenta de que me echas de menos y es en ese instante cuando te arrepentirás de haberme dejado marchar. Porque esos ojos me decían "Quédate" mientras tu boca me decía "Adios".

domingo, 29 de septiembre de 2013

Gritos del alma.

Cuando llega la noche y con ella, la oscuridad los gritos del alma no me dejan dormir. Son gritos de silencio en los que no dicen nada y solo callan. Callan ante esa oscuridad como si la temieran, aunque saben que es su hogar, bendito silencio que no me deja dormir. Es el mismo silencio que me acerca a la muerte y me tranquiliza, es esa soledad. Porque ¿Qué es la muerte, sino una soledad perfecta? Es ese vacío que existe en todo mi ser y nada puede llenar, como la soledad o el silencio, nadie puede callar al silencio. Y es que he deseado tanto la muerte que ya no merezco la vida. Las personas no entienden que ser yo, estar sumida en esta negra oscuridad, esta noche constante que nunca tendrá un amanecer, porque el sol se ha cansado de brillar para unas nubes que ni reparan en que está ahí, intentando brillar, peros estas son ciegas o el sol demasiado invisible y lo tapan, al principio era solo un cielo gris, nublado, pero después llegó la noche y aun no se ha ido.

Soledad.

Eres mi mejor amiga. Siempre has estado ahí, allí a donde vaya, haga lo que haga, siempre estás en mi. Querida soledad, contigo he nacido, y contigo me iré de este mundo. Porque nacemos y morimos solos. Y aunque queramos engañarnos y pensar, una vez mas, que no es verdad, que existen personas que te acompañan en esta realidad, no es así. Solamente es otra persona con su soledad cerca de ti, no es más que eso. Porque aún rodeada de gente el sentimiento de estar sola no desaparece, nunca se marcha, nunca nos deja solos, valga la rebundancia. Por eso, te dedico estos párrafos, a mi mejor amiga, la única que camina conmigo, soledad.